I Feria nacional del Sector Primario del 31 de octubre al 3 de noviembre
Maquinaria agrícola de ocasión, ganadería, caza, turismo y gastronomía


La Agricultura de Precisión se entiende como la aplicación de nuevas tecnologías de la Información (TIC) a tareas agrícolas con el fin de mejorar la productividad de los cultivos y disminuir el impacto medioambiental.
El uso de esta tecnología está produciendo en el sector Agro un cambio en su modus operandi. Subirse al carro de la Agricultura de Precisión es una apuesta segura para la empresa. Somos conscientes de que España es uno de los países de la Unión Europa que más pesticidas utiliza. Con la ayuda de aparatos como drones o satélites es posible la reducción significativa de estos productos químicos. ¿Cómo? El drone en la Agricultura aporta datos precisos sobre el estado de tu cultivo, tanto es así, que mediante la teledetección podrás averiguar qué zonas necesitan más o menos plaguicidas. De esta forma, ahorrarás en productos fitosanitarios, en agua, protegerás el medio ambiente y también la salud de tus trabajadores. Más adelante contaremos por qué es necesario apostar por el uso de drones y la Agricultura de Precisión en tu terreno.
La Agricultura de Precisión tiene como fin actuar en la zona de cultivo según la información recogida por aparatos como drones. Por tanto, se podría decir que ayuda en la toma de decisiones y aporta rigor a los estudios convencionales del terrreno.
La incorde sensores portados por RPAS (Remotely Piloted Aircraft System), más conocidos como drones aporta una serie de ventajas:
Toda esta información se recoge en una primera fase de mapeo y teledetección a través de sensores e imágenes aéreas. Esto facilita bastante la segunda parte de la Agricultura de Precisión: la toma de decisiones.
Los olivos, almendros, cítricos o vides son el blanco más fácil para esta temida enfermedad en la Agricultura actual. Los laboratorios españoles ASCIRES-Sistemas Genómicos han desarrollado un test genético para la detección temprana de la Xylella Fastidiosa. Este plan de acción preventivo está basado en los protocolos establecidos por la Organización Europea y Mediterránea para la protección de cultivos (OPE/EPPO) .El test es capaz de detectar laXylella Fastidiosa a través de un análisis de ADN cuyo resultado se ofrece en tan solo 12 horas. Hoy hablaremos de la Xylella Fastidiosa y sus consecuencias. También explicaremos qué soluciones fitosanitarias existen y qué formación se necesita para combatir la Xylella Fastidiosa.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) propone la siguiente definición para la Xylella Fastidiosa:
“Xylella fastidiosa es una bacteria Gram-negativa, aeróbica, y cuyo óptimo de crecimiento se sitúa entre los 26-28ºC. Es una bacteria que se encuentra en el xilema, y se multiplica dentro de los vasos llegando a taponarlos y a obstruir el flujo de savia bruta. Esto provoca síntomas que se corresponden con falta de agua o carencia de nutrientes”.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España.
Existen tres subespecies principales de la bacteria X. fastidiosa: la fastidiosa, la pauca y la multiplex. Cada subespecie, a su vez, pertenece a tipos genéticos distintos. Por tanto, cada tipo contiene una determinada gama de especies vegetales a las que puede infectar. Los síntomas pueden ser similares o diferentes.
Prevenir y combatir la Xylella Fastidiosa es fundamental para el futuro de la Agricultura. La bacteria puede afectar a más de 300 especies vegetales. El primer caso se encontró en California hace más de 125 años. Italia, concretamente Apulia, una región del sur de este país, fue la primera anfitriona europea en 2013. En el caso de España, Las Islas Baleares fue la primera comunidad que sufrió las consecuencias tres años más tarde que Apulia.
El uso de productos fitosanitarios por la vía pecuaria y alrededores implica informar y sensibilizar sobre la aplicación y también del peligro que conlleva para sus animales. El Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios refleja el deber por parte de la administración competente de informar a los vecinos, directamente o a través de la empresa de fitosanitarios. Hay que detallar el lugar, fecha de realización y la identificación de los productos pertinentes. Hoy hablaremos dela información obligatoria tras la aplicación fitosanitaria. En Iberf estamos comprometidos con la información y la formación de agricultores y ganaderos.
Hace unos días, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón denunció la aplicación de herbicidas para la eliminación de malas hierbas en los márgenes de carreteras comarcales, locales e incluso vías pecuarias. Esta entidad alerta del riesgo que puede ocasionar la desinformación y las prácticas realizadas de forma indebida tanto para el medio ambiente, como para el ganado y las personas.
La norma se recoge en el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre. En el artículo 26 del capítulo V se detalla:
Los órganos competentes adoptarán, cada uno en su ámbito territorial o competencial, de forma coordinada entre sí y con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y en el marco del Comité, medidas para informar al público en general, fomentar y facilitar programas de información y sensibilización. La puesta a su disposición de información precisa y equilibrada en relación con los productos fitosanitarios. La información tendrá que hacer referencia de lo riesgos de utilizar productos fitosanitarios, agudos y crónicos.
Real Decreto 13311/2012, de 14 de septiembre.
Hablaremos ahora de la información obligatoria tras la aplicación fitosanitaria a partir de unas medidas específicas recogidas en el artículo 35 de la norma.
No se podrá reentrar en los cultivos tratados hasta que se hayan secado las partes del cultivo que puedan estar en contacto con las personas o animales. Los ganaderos y sus animales son los principales afectados, ya que la falta información hace que pisen las vías que han recibido la aplicación. Por lo tanto, es fundamental que el responsable de los tratamientos se ocupe de transmitir la información precisa. El objetivo es dar a conocer a los trabajadores de la explotación el momento y condiciones de la aplicación. También tendrá que señalizar con carteles o sistemas similares esta información dirigidas a terceros. Esto es obligatorio si el tratamiento se ha realizado en fincas no cerradas colindantes a vías o áreas públicas urbanas, según el artículo 35 de la normativa.
En el caso de los cultivos de invernadero, locales y almacenes, tendrán que informar a través de carteles que esa zona ha sido tratada con productos fitosanitarios distintos a los de bajo riesgo.
Los productos fitosanitarios son sustancias químicas legales orientadas a la mejora de los cultivos. Estos productos fitosanitarios o plaguicidas son fundamentales para el control de plagas y enfermedades de nuestras plantas. No obstante, al estar expuesto de forma continuada a estos productos químicos, puede soportar riesgos para la salud. Estos riesgos van a depender de la toxicidad del producto y el grado de exposición a este.
Así pues, cuanto mayor sea la toxicidad o el mayor tiempo de exposición, mayor será el riesgo a padecer algún mal causado por el producto químico.
La utilización de un EPI para la protección de la exposición continuada de plaguicidas ayudará a minimizar el riesgo que existe a la hora de utilizar sustancias químicas.
En la aplicación de productos fitosanitarios el trabajador está expuesto de forma continuo a productos químicos, lo que soporta riesgos para la salud.
Por esto, el operario utilizará un EPI Fitosanitario que se basa en el aislamiento de la persona al contacto de las sustancias químicas durante la manipulación de los productos fitosanitarios.
Las siglas EPI vienen de “Equipo de Protección Individual”, y se define, como cualquier equipo destinado para proteger al trabajador de riesgos que puedan amenazar la seguridad o salud, así como, cualquier accesorio destinado a este fin.
Los EPI Fitosanitarios no eliminan el riesgo, solo protegen al trabajador frente a ellos.
Los EPI Fitosanitarios están clasificados en 3 categorías dependiendo del riesgo:
Los equipos de protección utilizados durante las actividades relacionadas con los tratamientos fitosanitarios, se pueden dividir en dos grandes grupos:
La piel es considerada como la vía de exposición de plaguicidas más importantes, los EPI Fitosanitarios para la protección de la piel incluye los que protegen el cuerpo, pies, manos y ojos:
Las vías respiratorias son una puerta de entrada de contaminantes muy importante y peligrosa. Para evitar que se inhalen sustancias químicas de los plaguicidas se utilizan:
El Equipo de Protección Individual o EPI disminuye el riesgo de intoxicación siempre que se use y se mantenga adecuadamente. A continuación, indicamos algunas recomendaciones para el buen mantenimiento y cuidado del EPI:
Los productos fitosanitarios son sustancias que nos ayudan a controlar nuestros cultivos y a protegerlos ante plagas y malas hierbas. El uso de estos químicos (abonos, fertilizantes, pesticidas, plaguicidas…) pueden causar efectos nocivos para la salud y el medio ambiente si se hace de una manera inadecuada o excesiva. Cuando los medios de defensa fitosanitaria del Ministerio de Agricultura descubren las sustancias de unos productos pueden ser perjudicial para la salud y la biodiversidad proceden a cancelar su comercialización y pasan a ser productos fitosanitarios prohibidos en nuestro país.
Con anterioridad os comentábamos los productos fitosanitarios prohibidos en 2018 y las nuevas modificaciones a principios de 2019. En esta ocasión vamos a mencionar los productos cancelados en la última revisión del 3 de junio de 2019.
Los productos fitosanitarios son necesarios para todo tipo de producción agrícola. Los diferentes tipos de plagas pueden atacar nuestros cultivo, por lo que es indispensable mantener un control sobre ellas. De no hacerlo, la cosecha quedaría inservible en el propio campo o tras su almacenamiento. Pero, proteger nuestros cultivos de plagas con productos químicos puede dañar las piezas y también el medio ambiente. Un uso adecuado de los productos fitosanitarios impide que puedan afectar de algún modo a la salud de consumidor ni poner en riesgo el entorno.
Con este motivo, el Estado tiene mecanismos de estudio y control de los productos que están en el mercado. Revisan tanto los productos que actualmente se distribuyen como las propias cosechas para asegurar que ningún agricultor esté usando materiales nocivos. Para que un producto pueda venderse y usarse tiene que estar en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios. Esto quiere decir que es útil y eficaz para combatir plagas y que, a su vez, no supone ningún riesgo colateral ni para las personas ni para la vida.
Es indispensable que todas aquellas personas que, por su trabajo, estén implicadas en el uso de productos fitosanitarios tengan un conocimiento completo sobre ellos. Tanto fabricantes, como vendedores, usuarios y aplicadores deben revisar cada 30 días el registro. La base de datos se actualiza cada mes con el compromiso de tener una información más fiable, precisa y respetuosa con la salud y con el medio ambiente.
Todos los datos registrados deben estar en nuestro conocimiento, así como del resto de operadores y profesionales del sector. Debemos recordar que el desconocimiento de la ley no nos exime de la responsabilidad. Como hemos dicho, el registro se actualiza cada 30 días. En él aparece cualquier tipo de modificación que haya sufrido un producto: si se ha incluido un nuevo producto al registro, si sigue vigente, si se amplía su uso en otros cultivos, si se ha cancelado, etc.
La última actualización se llevó a cabo el 3 de junio de 2019. En ella se cancelaron 9 productos que ya no pueden ni venderse ni utilizarse en España. Esto es importante porque en otros países pueden seguir comercializándose pero no puedes usarlos aquí.
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